Nada más y nada menos que 6 años esperando este enfrentamiento y vaya que valió la pena la espera. Los Carteros vivimos una tarde de emociones y alegrías que perdurará por siempre.
El desarrollo del encuentro se daba de acuerdo a lo sabido de antemano: Lama aprovechando las dimensiones pequeñas de la cancha para tirar pelotazos y centros, y Comu saliendo rápido y aprovechando la mayor velocidad y oficio de sus jugadores.
A partir de allí todo se tiñó de amarillo y negro y comenzaron a llegar las situaciones para concretar.
Primero un mano a mano de Arco salvado de forma impecable por el ex Colegiales Granero, luego un tiro cruzado de Gianfelice que hace lucir nuevamente al uno local, y un gran cabezazo de Vacaría con igual destino. Llegado los
Pocos minutos después pudo aumentar el “Colo” mediante una lucida jugada personal (sombrerito a un defensor dentro del área chica), pero estaba claro: era la tarde de su vida para el que custodiaba el arco carcelero.
Es así, Comu jugaba a otro ritmo y con otra categoría. Abajo Strelau y Rocaniere formaban una muralla infranqueable y De Maio, de gran trabajo, clausuraba su sector y era salida rápida y segura. Lamas se hacía amo y señor del medio, agigantando su imagen partido a partido. Arriba, Gianfelice y Vacaría se abusaban de la ingenua defensa rival. Giambuzzi y Staino no eran menos e imponían también sus muchas virtudes.
Afuera del perímetro de juego todo era un hervidero. Más de 500 personas se olvidaban del desarrollo del encuentro y se dedicaban exclusivamente a insultar y amenazar a todo lo que fuera amarillo y negro.
El ST vio al dueño de casa más adelantado en el terreno, pero sin ideas para inquietar a Otarola, quien se cansó de descolgar centros inofensivos.
El cotejo se hizo más luchado y aumentaron los roces, por lo que no extrañó que además de los tres expulsados hubiera ocho amonestados. Comu aguantaba muy sólido atrás y buscaba salir de contra. En una rápida combinación de Gianfelice y Vacaría el primero elude al arquero y de forma insólita un defensor se tira de cabeza y la saca en la línea. En verdad, El cartero no se merecía ganar sólo por la mínima.
Sobre la hora por fin llegó el alivio definitivo con otra buena definición de Gianfelice luego de un excelente pase de Lamas.
Luego vino es escándalo con una treintena de hinchas queriendo ingresar a la cancha y arrojando sillas y cestos de basura. Mientras tanto, afuera del estadio hinchas carteros tiraban bombas de humo amarillas y negras y hacían explotar bombas de estruendo.
Con prudencia, los de Pizzo esperaron llegar a los vestuarios para dar rienda suelta a uno de los festejos más alocados que vimos en los últimos años. Un verdadero privilegio haber podido estar ahí. Así nos fuimos como llegamos, escoltados por una treintena de policías del grupo especial fuertemente armados y con varios móviles y motos.
Qué alegría, Cartero, simplemente GRACIAS !!!